Las personas interesadas en adquirir una casa en la actualidad deben lidiar con la interrogante de si es una buena idea comprar aquella que tenga instalados paneles solares. Los beneficios de esta tecnología son indiscutibles: es un ganar-ganar, ahorran en el pago de la factura eléctrica y protegen el medio ambiente. A pesar de eso, deberíamos considerar otros aspectos.
Antes de decirle sí quiero a la casa de tus sueños, es crucial saber si los paneles solares son propios, financiados o están en leasing. Siendo la mejor opción de las tres que ya sean propiedad del vendedor y no exista ninguna deuda con nadie. En ese caso, usted sólo debería ocuparse de conocer las garantías de la instalación, cómo trabaja el sistema y si existen incentivos de la compañía eléctrica basados en el desempeño de los paneles. Mientras que el vendedor de la vivienda solo debería transferirle la propiedad de los paneles, un trámite totalmente sencillo. También es fundamental conocer la antigüedad de los paneles. No es lo mismo un sistema de dos o tres años que uno de 10 o 15 años de instalado, sobre todo si tenemos en cuenta que la vida útil de estos sistemas es de dos décadas.
La cosa cambia si el panel en cuestión se ha adquirido a través de un préstamo, ya que puede existir un gravamen sobre la propiedad. Es decir, si no se pagan las primas convenidas, usted podría perder la casa. Otro inconveniente posible es que los prestamistas, al saber de este gravamen, se nieguen a otorgarle la hipoteca. En este caso, es mejor negociar con el vendedor para que liquide el préstamo del panel y elimine el gravamen sobre la propiedad.
Si el panel instalado en la vivienda es un leasing, la parte positiva es que usted no se encargará del mantenimiento del mismo, ya que se ocupará la empresa propietaria. Pero en su contra pesa que usted no es el dueño del panel. Incluso si lo compra, puede ocurrir que sea más caro que el precio del mercado. Otro inconveniente del leasing es que usted deberá aceptar las condiciones del contrato pactadas por el anterior dueño y, para colmo, por lo general no podrá acceder a los incentivos de ahorro solar.
Por ello, lo más recomendable es evitar comprar una vivienda que tenga los paneles en leasing, a no ser que las condiciones sean muy ventajosas para el dueño de la propiedad.
Otra indagación necesaria en todos los casos es conocer cómo opera la compañía que instaló el panel, ver las referencias, si está comprometida en dar un servicio postventa en caso de que el sistema tenga algún mal funcionamiento. Debería averiguar si la empresa está comprometida con la reinstalación en caso de que usted tenga un problema en su techo. Hablando de techo, es fundamental analizar el estado del techo y cuándo sería necesario reemplazarlo.
En fin, comprar una casa con panel solar puede ser una magnífica idea, solo debe estar provisto de toda información necesaria para tomar la decisión más conveniente.
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