Lo primero que debemos aclarar a aquellos conductores cuyos autos no requieran gasolina premium, pero siempre la usan según la leyenda “porque esta protege el motor y mejora su desempeño”, es que, según la Comisión Federal de Comercio, entidad que vela por los derechos de los consumidores estadounidenses, “en la mayoría de los casos, usar gasolina de mayor octanaje a la recomendada por el fabricante no ofrece absolutamente ningún beneficio. Es decir, no hará que su automóvil funcione mejor, ni que vaya más rápido. Tampoco rendirá más millas, ni su combustión será más limpia”. Al parecer, al creer en ese mito, lo que realmente está haciendo es tirar dinero. Con los precios actuales, es mejor utilizar la gasolina que su auto requiere.
Otra cosa bien distinta son aquellos dueños cuyos vehículos deben usar gasolina premium y desean repostar gasolina regular, pero, como es lógico, tienen miedo de que esta acción dañe el motor del vehículo.
El consejo más prudente es que sigan las orientaciones del fabricante. Lean bien el manual del propietario de su vehículo y fíjense si dice: “recomendado usar” o “requerido usar”.
Los autos modernos traen un dispositivo conocido como ECU (Electronic Control Unit, en inglés) que les permite consumir gasolina de diferente octanaje.
Si su auto dice “premium fuel recommended”, ¡adelante!, usted puede comenzar a ahorrarse algunos dólares al utilizar gasolina regular.
Sin embargo, no haga lo mismo si el fabricante es categórico y establece: “requiere” que use premium. En dicho caso, a usted no le quedará más remedio que comprar combustible del caro. De lo contrario, al usar una gasolina no adecuada, podría echar a perder el motor de su vehículo, un daño no cubierto por su seguro de automóvil.
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