Se dice que alguien "tiene la vista de un lince" cuando su visión es extraordinaria. La agudeza visual de estos felinos es ocho veces superior a la del ser humano. Sin embargo, el origen de la expresión “tener la vista de un lince" proviene de la mitología griega y no tiene relación con los felinos.
Según un estudio del filólogo español Fernando García Romero, la expresión correcta debería ser “tener la vista de Linceo”, un personaje mitológico que acompañó a los Argonautas en la búsqueda del vellocino de oro. “Linceo tenía fama de ver con claridad incluso bajo la tierra”, de ahí la expresión.
Pero el tema que hoy nos ocupa es qué debemos comer para mantener en buen estado nuestra vista, ya sea como un lince o como Linceo.
Muchos estudios señalan que para mantener la vista sana es recomendable tener una dieta rica en luteína y zeaxantina. Su capacidad antioxidante disminuye el riesgo de desarrollar cataratas y degeneración macular. La luteína y zeaxantina están presentes en el brócoli, calabazas, espárragos, huevos, maíz, guisantes, caquis y mandarinas.
También se recomienda para la vista la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, abundante en las naranjas, pomelos, fresas, papaya, pimientos verdes y tomates.
Para proteger las células de los ojos de daños, se aconseja consumir vitamina E, que se encuentra en los aceites vegetales, nueces, semillas, aguacates y verduras de hoja verde.
Comer pescados como el salmón, la trucha y el atún es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que influyen en el desarrollo visual en los niños, reducen la inflamación, mejoran la producción de lágrimas y protegen la capa externa del ojo.
No pueden faltar en estas recomendaciones la ingesta de carne roja, ostras, mariscos, nueces y semillas, que son fuente de zinc. El zinc influye en el transporte de la vitamina A desde el hígado hasta la retina para producir melanina, un pigmento necesario para proteger los ojos.
En fin, una dieta ideal para mantener la vista en buen estado debe ser balanceada, con abundantes frutas, verduras frescas, cereales y carnes magras, evitando el exceso de azúcar o carbohidratos, ya que estos aumentan el riesgo de desarrollar diabetes. Esta enfermedad no solo afecta la visión, sino que también potencia los ataques cardíacos, los derrames cerebrales y ocasiona daños renales.
Además de seguir una dieta adecuada, es importante controlarse la vista al menos una vez al año con un examen oftalmológico. La forma más económica de hacerlo es contar con un seguro de Univista Insurance.
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